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Blog dedicado a bailarines

miércoles, 28 de enero de 2015

Más vitales en invierno

Los sabios de la antigüedad reverenciaban la unidad que somos: el cuerpo emocional puede influir en el cuerpo físico.
Gracias a la recuperación de una visión global, universal, conseguimos reconectarnos al orden de la naturaleza, del universo que formamos cuerpo y mente. Y somos una unidad en el cosmos infinito siempre cambiante, siempre dinámico. Entender ese dinamismo nos permite entender, sanar y transformar la enfermedad en salud, el desasosiego en certeza, la angustia en paz, el miedo en coraje, la ira en paciencia.
Desde el punto de vista de la macrobiótica y con un entendimiento superior, que abraza todo lo que existe a través de la lente del yin y el yang, y el sistema dinámico de las cinco transformaciones o los cinco estadios de la energía: agua, árbol, fuego, tierra y metal. 
Estos cinco elementos se denominan las fases cambiantes de la energía que afectan todo lo que existe en la tierra. Se relacionan con múltiples acciones, comida, sabores, formas de cocción, estaciones de tiempo, órganos. Es un sistema muy efectivo en el arte de sanar. Así, el agua gobierna las funciones del riñón y vejiga, el árbol el hígado y la vesícula, el fuego el corazón e intestino delgado, la tierra el estómago, bazo y páncreas; y el metal los pulmones e intestino grueso.
El invierno es la temporada de la transformación del agua,  que rige el funcionamiento de los riñones y la vejiga, un par de órganos complementarios que se influyen uno al otro y del que depende el aparato reproductor, las glándulas suprarrenales y otros órganos asociados. 
Cada transformación y cada órgano está asociado con emociones y manifestaciones psíquicas.
Los riñones a la "voluntad". La voluntad es quizás una de las virtudes más importantes a la hora de crear salud. La voluntad nos da la determinación. En la sociedad actual la determinación asociada con el esfuerzo es cada vez más escasa.
Los riñones en armonía también están relacionados con el coraje y el deseo de aventura. En ellos tenemos el " Jing", la cuenta bancaria de energía, por esto hay que saber cuidarlos. Cuando están en desequilibrio se manifiestan con miedo, paranoia y terror.
En los riñones es donde está la fuerza de la vida.
Es en el invierno donde los riñones están más débiles. Aparecen más cistitis, infecciones de vejiga, entre otras. Podemos tener más cansancio y fatiga.

En la sociedad moderna no se considera la posibilidad de recuperar la vitalidad de los riñones. Desde el punto de vista de la macrobiótica, no sólo se puede recuperar sino que también regenerar y hacerlos más fuertes con el paso de los años.
Con el estilo de vida moderno los riñones se vacían de energía rápidamente y la queja más generalizada que existe es la fatiga.
En el diagnóstico oriental los riñones y sus funciones los podemos ver reflejados justo debajo de los ojos, ojeras. Beber o comer en exceso cualquier tipo de comida debilita las funciones renales y debilita todo el cuerpo porque el cuerpo se tiene que focalizar en deshacerse de los excesos. Una de las formas más efectivas de cuidar los órganos renales, es disminuir la cantidad de comida incluso de comida natural. También se deterioran por el frío, la comida congelada incluyendo agua con hielo, especialmente en invierno porque el cuerpo no tiene la habilidad de descargar la energía fría en tiempo frío.


    Receta: Estofado de seitán y zanahoria
Propiedades: plato reconstituyente, genera calor interior y vitalidad
Ingredientes:
3 zanahorias
1 cebolla
100g. de seitán
Una tira de 6cm. de alga kombu remojada
Aceite de sésamo
Shoyu
Elaboración:
-Cortar el seitán y las zanahorias en cubos
-Cortar el alga kombu en cuadros pequeños
-Cortar la cebolla en cuadros pequeños
-Calentar una sartén con un poco de aceite
-Saltear las cebollas y las algas con una pizca de sal
-Agregar el resto de los ingredientes, tapar, bajar el fuego y dejar estofar durante 20 minutos
-Añadir una cucharilla de shoyu y dejar cocer 5 minutos más

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