Te damos los mejores consejos para seguir antes y después del entrenamiento para poder tener el cuerpo en su mejor forma posible, sin fármacos innecesarios, fácil de hacer y con los mejores resultados para que puedas sobrellevar las cargas musculares de la mejor forma y tengas el mejor rendimiento sin lesiones. Con estas dos cremas, podrás tener todo lo que necesitas para el antes y el después de cada jornada, llevar a todos lados los frasquitos y prevenir lesiones de sobrecarga.
Antes del entrenamiento: Crema de enebro
En un frasco de crema (de preferencia hidratante y densa) mezcla 10 gotas de aceite esencial de enebro. Frota la zona dolorida durante 15 segundos aproximados, hasta que comiences a sentir calor. Cubre la zona con un calentador y mantenla así durante los primeros 30 minutos de entrenamiento. Trata de quitar el calentador cuando tu cuerpo esté bien caliente y la rutina no deje que te enfríes.
El enebro relaja y alivia el dolor muscular y prepara tu cuerpo para la actividad física.
Después del entrenamiento: Crema de consuelda y árnica
El enebro relaja y alivia el dolor muscular y prepara tu cuerpo para la actividad física.
Después del entrenamiento: Crema de consuelda y árnica
Por la noche, cuando hayas terminado la jornada de entrenamiento y ensayos, después de un buen baño caliente, masajea las zonas tensas y sobrecargadas con una mezcla de: crema (de preferencia hidratante y densa) con 6 gotitas de aceite esencial de consuelda y 10 gotitas de aceite esencial de árnica.
La consuelda y árnica alivian los dolores musculares y las articulaciones a través de su acción antiinflamatoria.
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